2023: El año del auge y la democratización de la Inteligencia Artificial
Esta tecnología proporciona beneficios para ciudadanos y empresas, aunque también tiene algunos riesgos que deben tomarse en cuenta.
La Inteligencia Artificial (IA), y específicamente la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) irrumpió con fuerza durante todo 2023, constituyéndose en un fenómeno similar al ocurrido en los años noventa con internet: El acceso a estas herramientas que producen textos, voces, imágenes, videos, códigos o música, entre otros, se ha democratizado, lo que implica una mayor libertad para los ciudadanos y empresas al aprovecharse para aumentar su productividad.
No obstante, esta tecnología también tiene consecuencias negativas, sobre todo si se utiliza sin parámetros éticos y legales, pues el control social de parte de los gobiernos y de grupos de poder, la trasgresión de algunos derechos humanos, y la violación de las prerrogativas exclusivas que reconoce en todo el mundo la propiedad intelectual, deben incluirse como los principales riesgos de la IAG.
Por eso, en el balance del año que culmina, el auge de la Inteligencia Artificial tiene luces y sombras, como mostramos a continuación:
ChatGPT fue el protagonista de 2023. Desde los primeros días del año, la herramienta de la empresa OpenAI empezó a ser utilizada por millones de personas para producir tareas, ensayos y artículos, aunque desde entonces también se advirtió sobre las inconsistencias en algunas de sus respuestas.
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De hecho, esta herramienta se ha estado utilizando como si se tratara de un motor de búsqueda avanzado, cuando en realidad la certeza y veracidad de sus respuestas depende, en primera instancia, de la actualización de su entrenamiento, y de la forma en la que se le den las instrucciones (promts).
A mitad del año, el Parlamento Europeo dio el primer paso para reglamentar el uso de la IA, con el fin de proteger la salud, la seguridad, los derechos fundamentales y la democracia, “de sus efectos nocivos”.
Aunque esta norma aun debe ser avalada por la mayoría de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE), la legislación es un ejemplo innovador para promover la adopción de una IA confiable.
La ley clasifica a los sistemas de Inteligencia Artificial en cuatro categorías, incluyendo una a la que se le asigna un nivel de riesgo inaceptable, por lo que su prohibición es absoluta. En específico, en la UE la IA no podrá utilizarse para calificar a las personas en función de sus características o comportamientos.
En esta anualidad no todo estuvo centrado en ChatGPT. Si bien la plataforma de OpenAI es la pionera, otras empresas como Bing y Google también pusieron a disposición del público sus respectivos chats de IAG.
Además, también pudimos conocer que la Inteligencia Artificial no es un fenómeno del todo novedoso, ya que se ha estado trabajando que en este tema desde los años cincuenta.
Los aspectos negativos de la Inteligencia Artificial Generativa igualmente tomaron fuerza en el segundo semestre del año, destacándose la demanda colectiva que promovieron 17 famosos escritores de Estados Unidos, quienes buscan una multimillonaria indemnización por parte de OpenAI, debido a que en el entrenamiento de ChapGPT se habrían utilizado las obras literarias de los querellantes, sin que se respetaran sus derechos de autor.
George R. R. Martin, autor de la saga “Juego de Tronos”; Michael Connelly, creador del detective de ficción Harry Bosch, llevado a la pantalla por Amazon Prime Video, así como del personaje Mickey Haller (El abogado del Lincoln en Netflix); John Grisham (El informe pelícano); y Scott Turow (Presunto inocente), entre otros son algunos de los autores que acusan OpenAI de haber plagiado sus obras para “entrenar” a ChatGPT.
Así mismo, continuando con los litigios que ya se han emprendido en contra de la IAG, la Corte de Distrito de Columbia, en Estados Unidos, emitió un importante fallo en el que se determinó que una obra producida sin ninguna participación humana, a través de la IAG, no goza de derechos de autor.
Es decir, no pueden registrarse productos generados con esta tecnología, porque no se trata de creaciones humanas. Desde que se creó la propiedad intelectual en el mundo, se estableció que estas prerrogativas son exclusivas de los seres humanos, por lo que las maquinas, y lo que estas ahora pueden hacer con la IAG no gozan de estos derechos.
Igual de polémicos son los deepfakes o falsedades profundas que también aumentaron en esta anualidad. Se trata de archivos de video, imagen o audio, generados con IA, con los que se suplanta la identidad de una o varias personas con el propósito de manipular a los receptores de dicho contenido.
La empresa de ciberseguridad Kaspersky reportó que un video deepfake de alta calidad se vende en la red oscura (dark web) hasta en 20,000 dólares (unos 346,000 pesos al cambio actual).
En México, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia informó que el robo de identidad registró un aumento de más del 200% en este 2023, debido al auge de la Inteligencia Artificial (IA). La accesibilidad de estas herramientas si bien es positiva para la mayoría, también es un riesgo, pues su uso también está disponible para personas que trasgreden la ley.
Por ejemplo, los ciberdelincuentes solo necesitan un pequeño archivo de voz para generar frases y diálogos enteros, en tanto que, con la alteración de imágenes o videos, se pueden crear circunstancias en las que la identidad de una persona es suplantada.
En contraste, entre los muchos aspectos positivos de la Inteligencia Artificial se encuentra su uso para automatizar distintos procesos en las empresas, lo que ha permitido que estas aumenten su productividad.
Un estudio de la firma International Data Corporation (IDC) reveló que las empresas en México han incrementado su eficiencia al introducir estas herramientas en sus actividades. La IA también está ayudando a los consorcios para prevenir, identificar y resolver amenazas a la seguridad de sus tecnologías de la información.
La Inteligencia Artificial también nos puede ayudar a encontrar las soluciones a problemas como el calentamiento global o la seguridad pública, todo depende del uso ético de esta tecnología, de acuerdo con expertos que el pasado mes de noviembre participaron en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Al respecto, debe destacarse que la Universidad de Guadalajara, organizadora de la FIL, incluyó en su programa diversos talleres y conferencias en los que se discutieron los beneficios y los riesgos de la IA, convirtiéndose en la primera casa de estudios del país que aborda de manera seria las distintas aristas que plantea esta tecnología.
Por otro lado, la Inteligencia Artificial Generativa también esta siendo estudiada dentro de la misma industria que la creó, descubriéndose que las plataformas pueden presentar problemas al producir respuestas que no tiene sustento en la realidad.
Estos errores e inconsistencias se definieron en este 2023 como “alucinaciones” que están presentes en ChatGPT, Bard (Google), el chatbot de Bing, Claude, Cohere y DALL-E, entre otros. El reconocimiento de estas desviaciones no es del todo negativo, al contrario, está sirviendo para mejorar el entrenamiento de la Inteligencia Artificial Generativa.
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