Buscador
Ver revista digital
Negocios

El sexenio de EPN terminará sin grandes obras

11-09-2016, 2:12:09 PM Por:
El sexenio de EPN terminará sin grandes obras fifu

La caída de los precios del petróleo, recortes presupuestales y suspensiones de obras por conflictos de interés han minado el gasto público en infraestructura. La única gran obra que sigue en ejecución es el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, pero éste entrará en operaciones hasta 2020.

Antes era una costumbre de cada gobierno que el presidente en turno inaugurara, al menos, una gran obra de infraestructura, como parte del legado que quería dejar el mandatario al término de su sexenio.

Algunos ejemplos se pueden encontrar en el sexenio de Felipe Calderón, como el proyecto hidroeléctrico de La Yesca, en Nayarit, y el Puente Baluarte, que une los estados de Durango y Sinaloa. Ambas obras se construyeron entre 2008 y 2012 y fueron inauguradas por el entonces mandatario.

En este sexenio, se corre el riesgo de que Enrique Peña Nieto termine su gobierno con ninguna gran obra terminada, pese a que en 2014 anunció un ambicioso plan de infraestructura que iba a requerir 4.8 billones (millones de millones) de pesos del sector público.

Pero, de enero de 2013 a julio de 2016, sólo se han gastado 1.7 billones de pesos en inversión física para el desarrollo económico, de acuerdo con registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Hay tres principales razones por las que la inversión productiva del sector público en el país se ha estancado. La primera es la caída de los precios del petróleo en la segunda parte de 2014, la segunda, que tiene que ver con la anterior, es la serie de recortes al gasto que tuvo que hacer el gobierno federal y que afectaron a la infraestructura, y la tercera son las suspensiones de proyectos por motivos políticos.

 

Los planes suspendidos

La administración del presidente Enrique Peña Nieto comenzó con un ambicioso Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018, que contiene inversiones en los sectores de comunicaciones, energía, hidráulico, salud, desarrollo urbano y vivienda y turismo.

Todo el conjunto de proyectos requería una inversión total de 7.7 billones (millones de millones) de pesos, de los cuales el 63 por ciento iban a correr por cuenta del sector público.

Dos de los proyectos más anunciados eran un tren de pasajeros que iría desde la Ciudad de México hasta el estado de Querétaro, y un acueducto de más de 300 kilómetros que transportaría agua desde el Río Pánuco, en San Luis Potosí, hasta la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León.

Pero ambos proyectos fueron suspendidos por acusaciones de conflicto de interés, porque en ambas obras participaría Grupo Higa, que vendió una mansión a la esposa del presidente Peña Nieto.

El proyecto del tren a Querétaro fue cancelado por los primeros recortes presupuestales, pese a que una empresa china ganó la licitación, y la construcción del acueducto Monterrey VI está detenida por la administración de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” en Nuevo León.

La otra gran obra que sigue en pie es el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), pero el proyecto está en fase de licitaciones, de las que ya se adjudicaron la construcción de tres pistas, y no entrará en operaciones hasta 2020.

La consultora estadounidense CG LA Infrastructure hace un ranking anual de las 100 obras de infraestructura más importantes de América Latina. En su edición 2016 sitúa sólo 7 obras de México que serán llevadas a cabo por el sector público o en asociación público-preivada (APP). Todas están en licitación o planeación, pero aún no empieza su construcción.

1. Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México

Valor estimado (9,400 mdd)

Dependencia: GACM

Fase: en licitaciones

2. Gasoducto México-Guatemala

Valor estimado: 650 mdd

Dependencia: Pemex y MEM Guatemala:

Fase: inicio de construcción previsto en 2016

3. Rehailitación de la línea férrea Mayab Chiapas

Valor estimado: 356 mdd

Dependencia: SCT

Fase: en planeación

4. Gasoducto Tula-Villa de Reyes

Valor estimado: 55 mdd

Dependencia: CFE

Fase: licitación adjudicada

5. Subasta de 10 poliductos

Valor estimado: 2,800 mdd

Dependencia: Cenace

Fase: Subastas en cuarto trimestre 2016

6. Autopista Las Varas-Puerto Vallarta

Valor estimado: 456 mdd

Dependencia: SCT

Fase: licitación adjudicada

7. Viaducto elevado La Raza-Santa Clara

Valor estimado: 338 mdd

Dependencia: SCT

Fase: licitación adjudicada

 

Inversión pública estancada

En los últimos trimestres, la inversión del sector público en desarrollo económico ha decaído.

De enero a julio de este año, la inversión en el sector de combustibles y energía fue de 205,694 mdp, 19 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. De acuerdo con los registros de la Inversión física del sector público presupuestario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En el mismo periodo, la inversión en el sector transporte bajó 8.4 por ciento a 42,334 mdp, en el segmento turismo se desplomó 52.4 por ciento hasta 247 mdp y en ciencia, tecnología e innovación bajó 14.9 por ciento hasta 5,833.9 mdp.

En los primeros tres años del gobierno, el monto destinado a inversión productiva se ha quedado debajo de las expectativas. En 2013, la inversión física del sector público en desarrollo económico creció sólo 0.7 por ciento, en 2014 aumentó 7.5 por ciento, pero en 2015 disminuyó 13.8 por ciento, de acuerdo con registros de Hacienda.

Felipe Hernández, economista para América Latina de Bloomberg Intelligence, señala que el estancamiento de la inversión pública ocurrió entre 2015 y 2016, en especial en el sector de hidrocarburos, en la construcción no residencial y en agua potable y alcantarillado.

El pasado 8 de septiembre, la SHCP entregó la propuesta de Paquete Económico 2017, que contiene un recorte de casi 240,000 mdp y ajustes en todas las secretarías de Estado, como la SCT, que sufrirá un recorte de 26 por ciento en su presupuesto y Turismo uno de 32 por ciento.

Te puede interesar: Los perdedores (y ganadores) del Presupuesto 2017

 

El sector privado da la cara

Haydeé Moreyra, directora de la Licenciatura de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, comenta que, por el momento político y con vistas a las elecciones en el Estado de México en 2017 y  las presidenciales en 2018, el gobierno enfocará su gasto en inversión productiva sólo en obras que ya estaban anunciadas desde el inicio de sexenio y  cuidará el gasto en desarrollo social.

La Sedesol será una de las dependencias que menos recortes tendrá en 2017, con sólo una reducción de 3.7 por ciento en su presupuesto, de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo.

Mientras el gasto público sigue estancado, la inversión privada ha dado la cara hasta ahora. En el primer trimestre de 2016, la inversión pública representaba 3.9 por ciento del PIB del país, mucho menos que el 4.9 por ciento del cuarto trimestre de 2012, de acuerdo con registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Mientras que la inversión del sector privado en el primer trimestre de 2016 es del 18.2 por ciento del PIB, una décima porcentual más que en el último tramo de 2012.

Felipe Hernández, de Bloomberg Intelligence, dice que es positivo ver que la caída de la inversión pública sea compensada por un aumento en la iniciativa privada en diversos sectores.

“Que haya una reducción en el sector público en hidrocarburos no necesariamente tiene que ser malo si la inversión privada es más eficiente”, opina el especialista.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en los primeros cuatro años de la administración, de las 80 carreteras ya se hicieron 52 con recursos públicos.

“Le apuramos y tenemos la confianza del sector privado para cumplir ciertas tareas que de otra manera no se podrían hacer”, dijo Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, el pasado 6 de septiembre tras su participación en una convención de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti).

Por otro lado, el riesgo de que baje el gasto gubernamental es que sea en deterioro de la inversión productiva que ayude a subir el crecimiento del país, mientras siga aumentando la deuda, señala Haydée Moreyra, del Tec de Monterrey.

“No importa tanto el monto de la deuda, sino la justificación de la misma, el PIB no nos da para eso, hay que cuidar que la relación PIB deuda para que no se salga de las manos. Lo que pasa ahora es que se adquiere deuda para cubrir deuda de corto plazo”, alerta.

autor Periodista. Finanzas públicas, energía, negocios, innovación y las historias que contienen.
Comentarios