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La guerra por el azúcar, una batalla que México está obligado a ganar

15-05-2017, 1:01:35 PM Por:

El azúcar ha causado uno de los momentos más tensos entre México y Estados Unidos. El resultado de esta batalla puede ser decisivo para negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El azúcar ha sido un tema de fuertes tensiones entre México y Estados Unidos, se trata de un sector que por años ha sido objeto de disputas. La última pugna inició en 2014 cuando la American Sugar Coalition (ASC) denunció que el azúcar mexicana recibía subsidio y era vendida por debajo de un valor real en el mercado estadounidense, lo que fue calificado como una medida injusta para los productores locales ante una de las industrias más fuertes de México. Pidieron entonces al gobierno de aquel país que tomara medidas correctivas contra la industria mexicana a la que acusaban de vender a precios inferiores del valor real del producto con el fin de eliminar la competencia y adueñarse del mercado, una práctica que llamaron “dumping”. El gobierno estadounidense investigó el caso y llegó a un “acuerdo de suspensión” con el gobierno mexicano para fijar en un mínimo de 0.2357 dólares la venta por libra de azúcar refinada y a 0.2075 dólares el azúcar sin refinar. Con este acuerdo se establecieron nuevas reglas para exportar el azúcar mexicano al mercado estadounidense. Ese año, la Alianza Americana de Azúcar también acusó al gobierno mexicano de subsidiar a la industria azucarera sin tener en cuenta el impacto que tendría en los productores estadounidenses. En 2011, México colocó en Estados Unidos un millón 389 mil toneladas métricas de azúcar; en 2012, 941 mil toneladas y dos millones 065 mil toneladas en 2013, esto a un valor de mil 65 millones de dólares, según cifras del departamento de Comercio de Estados Unidos. Fue en marzo de ese año cuando la American Sugar Coalition (ASC) que concentra a empresas del sector azucarero en Estados Unidos denunció que el azúcar mexicana recibía un subsidio y era vendida por debajo de un “valor justo” en el mercado norteamericano. A su vez, en México, la Unión Nacional de Cañeros acusó al gobierno de Estados Unidos de incumplir con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desde 2014, cuando el gobierno norteamericano “empezó a restringir el acceso del azúcar mexicana a ese país”. En 2014 la Unión Nacional de Cañeros exigió al gobierno mexicano alcanzar un acuerdo benéfico para los productores locales o imponer aranceles a las importaciones de fructuosa de maíz procedentes de Estados Unidos. Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros, ha argumentado que hoy en día el sector de la agroindustria de la caña de azúcar en México es un sector que puede perder en esta batalla. Asegura que las demandas por “dumping” y subsidios y los efectos de los acuerdos de suspensión promovidas e impuestas por los norteamericanos ocasionaron un descenso en el volumen de las exportaciones de azúcar nacional a Estados Unidos pues se ubican en el 50 por ciento de su potencial, es decir en 840 mil toneladas. Los “acuerdos de suspensión” de diciembre del 2014 evitaron una guerra comercial y establecieron precios mínimos y cuotas de los tipos de azúcar que las fábricas mexicanas pueden enviar a Estados Unidos, poniendo fin al libre comercio del producto acordado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En marzo del 2016, la Comisión Internacional de Comercio (USITC) validó los acuerdos de suspensión formados entre los dos países -en diciembre de 2015- para poner fin a esas investigaciones que permitieron el ingreso de azúcar mexicana a Estados Unidos libre del pago de derechos compensatorios por subsidios o dumping. Ambos países estaban en conversaciones para renegociar los acuerdos, pero éstas se suspendieron con el fin del gobierno del expresidente Barack Obama en enero. El acuerdo antidumping incorporó disposiciones para asegurar que no exista una sobredemanda de azúcar mexicano que pudiera hacer caer los precios y con ellos amenazar la industria y a los productores estadounidenses de caña de azúcar. Los acuerdos buscaron también evitar que las importaciones mexicanas se concentren durante ciertas épocas del año, limitando la cantidad de azúcar refinada que puede entrar al mercado de Estados Unidos. Sin embargo las “diferencias” continúan y México y Estados Unidos no se han podido poner de acuerdo para resolver el conflicto comercial azucarero. Durante la semana pasada, el Departamento de Comercio de Estados Unidos dijo que “ las negociaciones llegaron a un punto muerto”, por lo que notificó formalmente al Gobierno de México su intensión de reanudar el 5 de junio la aplicación de grandes aranceles “antidumping” a las importaciones de Azúcar desde México, a menos que se llegue a un acuerdo. Juan Cortina Gallardo recordó que el 5 de junio es la fecha perentoria para tratar de llegar a un acuerdo con el país del norte y en caso de no lograrse se implementará un plan B para tener un mercado de edulcorantes equilibrado entre México y Estados Unidos. De lo contrario se tendrá que defender el mercado nacional y es que si Estados Unidos insiste en imponer aranceles “y nos saca de su mercado del azúcar, este balance se está rompiendo y actuaremos acogiéndonos a las leyes existentes, a los instrumentos legales a los que tenemos derecho”. México busca retomar las importaciones entre México y Estados Unidos después de que se detuvieran por alcanzar el tope fijado en un acuerdo firmado en 2014. Lee Las 3 guerras comerciales de México con Estados Unidos

México contraataca

Al parecer México está dispuesto a enfrentarse a Estados Unidos si este decide imponer impuestos a la importación de azúcar mexicana. La Cámara Azucarera de México no se detendrá ante las intenciones de Estados Unidos de imponer aranceles al azúcar mexicano, y dice estar dispuesta a detener la importación de fructuosa. Ha dicho que tomará medidas en contra de la intensión del gobierno de Donald Trump de establecer aranceles al azúcar procedente de México, por lo que pagará con la misma moneda y solicitará frenar la entrada de la fructuosa estadounidense al país. Una afectación directa al TLCAN. En marzo del presente año, la Cámara azucarera canceló el envío de un cargamento a Estados Unidos asegurando que el Departamento de Comercio de Estados Unidos (DOC) hizo una mala interpretación de una cláusula de los “ Acuerdos de suspensión” firmados por ambos países a fines del 2014, por lo que el gobierno mexicano decidió suspender los permisos de explotación para evitar sanciones. “ Esta interpretación significa que México sólo podría exportar en los primeros seis meses del ciclo el 40 por ciento del cupo asignado por Estados Unidos, provocando una concentración de las exportaciones restantes, el 60 por ciento, en el segundo semestre del ciclo” refieren. Juan Cortina, comenta que la negociación comercial entre México y Estados Unidos requiere de reglas claras en un sector que ha vivido años de disputas arancelarias. . “La fructuosa está en juego si nos cancelan el acceso al mercado americano, si no llegamos a un acuerdo y nos ponen aranceles al azúcar mexicano”, declaro Cortina citado por Reuters. El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amagó con imponer cuotas de hasta 44% a las importaciones de azúcar originaria de México si los gobiernos de ambos países no llegan a un acuerdo como fecha límite el 5 de junio. Con esa presión de Trump, Cortina precisó que Estados Unidos está pidiendo bajar la polaridad de 99.5 a 99.2%, así como subir los precios mínimos de referencia de azúcar, respecto a las normas aprobadas en el 2014. La industria azucarera en México es uno de los sectores más importantes del país, esta actividad económica constituye una agroindustria que genera 930 mil empleos directos y aproximadamente 2.2 millones de empleos indirectos, y se considera una actividad importante no solo por el alto impacto social que representa sino por la relevancia económica, con un estimado de producción que representa el 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, el 11.6 por ciento del PIB primario y el 2.5 por ciento del PIB manufacturero según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística. La agroindustria nacional de la caña de azúcar se desarrolla en 15 entidades federativas y 227 municipios. Las exportaciones mexicanas de azúcar a Estados Unidos sumaron 1 millón 111 mil toneladas en la zafra 2015-2016 lo que representó una baja de 14.9 frente al ciclo previo, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura. El gobierno mexicano tampoco quiere ceder, la Secretaría de Economía ha dicho que la eliminación del acceso del azúcar refinada mexicana a Estados Unidos “es inaceptable, pues rompe el balance del mercado de edulcorantes de América del Norte”. Acusó a la industria estadounidense de aprovechar el proceso de negociación para limitar el abasto de azúcar cruda de México exclusivamente para sus refinerías, así como eliminar toda competencia de azúcar refinada de nuestro país en el mercado del país vecino. La Secretaría de Economía aseguró que está “en la mejor disposición de llegar a una solución negociada que vele por los intereses de los productores y exportadores mexicanos y asegure un buen funcionamiento del mercado de edulcorantes ( azúcar-fructuosa) en la región”. El fin del acuerdo de suspensión daría como resultado la aplicación de grandes aranceles “antidumping” a las importaciones de azúcar desde México, pero “ni México ni Estados Unidos están dispuestos a ceder”.

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