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Los factores que llevaron a ICA al borde de la quiebra

06-04-2016, 9:36:19 AM Por:
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Fue por muchos años la empresa constructora de México y consentida del gobierno con la asignación de contratos de grandes obras públicas. Hoy, tras la salida de Alonso Quintana, el último líder de la familia fundadora, la compañía está a un paso del concurso mercantil. Esta es la historia.

La última vez que platiqué con uno de los hombres de confianza de Alonso Quintana Kawage, director general de ICA hasta el 22 de febrero pasado, fue en septiembre de 2015, cuando en los medios comenzaba a trascender la versión de que la constructora mexicana caería en impago luego de que el encarecimiento del dólar multiplicara su deuda.

La gestión de Alonso Quintana al frente de ICA inició formalmente el 1º de julio de 2012, aunque fue designado desde el 26 de marzo de ese año. Para entonces, la compañía valía más de 800 millones de dólares (mdd) en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), un monto muy lejano al que registró el día de su renuncia: apenas 150 mdd.

Analistas y accionistas de la empresa reconocen tres factores como los detonantes del derrumbe de ICA: el sobreapalancamiento en moneda extranjera, la excesiva injerencia de la familia en las decisiones de la compañía y un modelo de negocio mal balanceado, el cual se enfocaba en la construcción y, en menor medida, en las concesiones. Estas fueron explotadas exitosamente por sus competidores: OHL México, IDEAL, Pinfra y Tradeco.

Dichos factores, combinados con otros externos, como la fuerte depreciación del peso frente al dólar, la reducción del presupuesto federal en infraestructura y la cancelación de proyectos relevantes, como el Acueducto de Monterrey, terminaron por poner la firma al borde del concurso mercantil.

Además, esta coyuntura la obligó a deshacerse de activos importantes, como carreteras y posiciones en OMA (el operador de aeropuertos), acotar su participación en las licitaciones de obras y cambiar toda su estructura directiva.

Alonso Quintana quería que ICA se convirtiera en una empresa global, pero a través de un mayor endeudamiento y proyectos de largo plazo, los cuales no generaron flujos suficientes para cumplir sus compromisos financieros de corto plazo.

Además de generar un mayor apalancamiento en ICA, la estrategia de expansión internacional abrió paso a que sus competidores en México aprovecharan la oportunidad para obtener contratos y concesiones importantes.

Al cierre del primer semestre de 2012, la deuda neta de ICA sumó 57,593 mdp, 52.5% más que en el mismo periodo del año previo, de acuerdo con un análisis de José Espitia, analista de Banorte-Ixe. A septiembre de 2015 (último dato reportado), la deuda de la compañía se mantuvo prácticamente igual, pero la apreciación del dólar, que se acercó a los 20 dólares en febrero, debió haberla incrementado considerablemente, pues más de la mitad de sus pasivos están denominados en esa moneda.

Los escándalos y el golpe a la reputación

Al tiempo que expandía su operación internacional, en nuestro país ICA enfrentaba el escándalo de la Línea 12 del metro en Ciudad de México. En marzo de 2014 se anunció que serían cerradas 12 de las 20 estaciones, debido a que representaban un riesgo para los usuarios. En asociación con otras empresas, ICA construyó la obra.

Asimismo, la llegada de Jaime Rodríguez ‘El Bronco’ al gobierno de Nuevo León, en octubre de 2015, trajo consigo la cancelación del proyecto hidráulico Monterrey VI, que había sido adjudicado por la administración anterior, la del priista Rodrigo Medina, dejando a la compañía de infraestructura sin un contrato estimado en 4,700 mdp.

Estos asuntos afectaron la reputación de ICA y el precio de su acción en la BMV. En toda la gestión de Alonso Quintana, sus títulos se depreciaron un total de 80%, al pasar de 23.43 pesos a 4.6 pesos por título.

Conforme la situación financiera de ICA se fue deteriorando, la administración de Alonso Quintana se vio obligada a vender activos en México, aunque dicha estrategia comenzó antes, con el objetivo de aprovechar el efectivo para comprar empresas en el exterior.

Los errores familiares

Uno de los principales yerros de ICA fue haber privilegiado las decisiones de sus dueños sobre las de los socios y consejeros, dijo un accionista de largo plazo de la empresa, quien pidió no ser identificado.

Con Quintana entraron y salieron diferentes consejeros, aparentemente por esta situación. El Consejo llegó a tener a empresarios como Emilio Azcárraga Jean, María Asunción Aramburuzabala y Carlos Fernández, pero con el tiempo más familiares fueron tomando posiciones destacadas dentro de la organización.

Actualmente, cinco asientos del Consejo están ocupados por integrantes de la familia Quintana, incluido el mismo Alonso Quintana, mientras que otro ejecutivo, José Luis Guerrero, quien fuera director general de la empresa de enero de 2007 a junio de 2012, lleva 26 años en el Consejo.

De acuerdo con Marcos Montañez, analista de Actinver, la compañía opera con los salarios y bonos a ejecutivos más altos del sector. En 2014, por ejemplo, los directivos recibieron una compensación por 236 millones de pesos, la cual representó 5.4% de su utilidad de operación. Esto ocasionó que los gastos generales de la compañía llegaran a 8% de sus ventas, mientras que el promedio del sector es de 2%.

En diciembre de 2015, ICA anunció que iniciaría una reestructura financiera de la mano de Rothschild México y FTI Consulting, con el objetivo de evitar caer en el concurso mercantil. Aunque se planeó presentar un plan a mediados de febrero, al cierre de esta edición todavía no se daba a conocer.

Finalmente, el 22 de febrero se dio a conocer la salida de Alonso Quintana Kawage, quien fue sustituido por Luis Zárate Rocha, ingeniero civil bien conocido en la industria y directivo con más de 40 años en la empresa. Fue ratificado en marzo, junto con la nueva directora de Reestructura, Guadalupe Phillips Margáin, ex vicepresidenta de Finanzas y Riesgos de Televisa y quien dirigirá la estrategia de recapitalización.

Nombrado vicepresidente de Finanzas en diciembre pasado en sustitución de Gabriel de la Concha, Pablo García también fue ratificado. García ingresó a ICA en 2012, luego de una larga trayectoria en Scotiabank y Banco Santander.

Con estos cambios comenzó la negociación de la constructora con sus acreedores, en un primer intento por arreglar las cosas en directo, antes de declarar el concurso mercantil. ¿Logrará evitar la quiebra?

*Este es un extracto del texto que el autor escribió para Alto Nivel y que podrás consultar completo en la edición impresa de abril. Busca tu ejemplar en los principales puntos de venta, suscríbete en línea o descarga la revista digital. Sigue nuestra conversación en Twitter y Facebook.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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