El estilo de George Clooney
Nominado para Mejor Actor por Up in the Air, este ícono del estilo es un hombre completo; conoce más de su perfil artístico y sus inquietudes sociales.
A sus 49 años, Clooney es un hombre completo. Elegante, culto, cosmopolita, emprendedor, con personalidad, son algunos de los adjetivos que le van perfectamente. El mundo lo conoció a través de la serie de televisión Urgencias y desde entonces no ha parado de interpretar una gran diversidad de personajes. Y su interés artístico no termina allí, pues también gusta de tomar el papel de director para manifestar sus inquietudes sociales y políticas.
Desde pequeño fue atraído por el mundo artístico, producto de crecer en una familia con esa inclinación y para poder dedicarse de lleno a ese mundo, tuvo que renunciar a ser jugador profesional de béisbol, rechazando una oferta de los Cincinnati Reds.
Durante diez años se dedicó casi exclusivamente a la televisión, con escaso éxito. Trabajo que le valió ser nominado varias veces al Emmy y al Globo de Oro. Su primera participación en la pantalla grande fue en From Dusk Till Dawn de Robert Rodríguez y desde entonces su carrera como actor creció rápidamente.
Considerado por todo tipo de publicaciones y encuestas como uno de los hombres más atractivos de la pantalla. Explotó su lado romántico en la comedia Un día inolvidable (1996), de Michael Hoffman, junto a Michelle Pfeiffer; además fue elegido para el papel protagónico en Batman y Robin (1997), de Joel Schumacher, papel que lo llevó a ser uno de los actores mejor pagados de Hollywood.
El pacificador (1997) de Mimi Leder, Un romance muy peligroso (1998) de Steven Soderbergh, Tres reyes (1999) de David Russell, son algunos otros de los títulos en los que ha participado. Pero su consolidación llegó en el 2000 a través de su participación en O brother where are thou, de los hermanos Coen, en la que interpreta al líder de una particular pandilla de presidiarios que huyen de una cárcel de Missisippi. Un año después repitió con los Coen en Intolerable Cruelty al lado de Catherine Z. Jones.
Su debut como director independiente lo situó inmediatamente entre los más destacados del sector liberal de Hollywood. Sus dos películas Confesiones de una mente peligrosa (2002) y Buenas noches, buena suerte (2005), han recibido excelentes críticas y han propiciado el debate sobre temas que dominan el panorama actual del mundo. En Buenas noches, buena suerte indagó en la “caza de brujas” del senador McCarthy a través de Ed Murrow, el periodista que fue capaz de enfrentarse con él.
El Globo de Oro y el Oscar que recibió en 2006 como Mejor Actor de reparto por su papel de desenfadado agente de la CIA en Syriana, además de las nominaciones al Oscar en las categorías de Mejor Director y Mejor Guión por su película Buenas noches, buena suerte, reafirmaron su capacidad para trabajar al más alto nivel delante y detrás de las cámaras.
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