Coctéles con café, nueva tendencia en bebidas
Para socializar, estar alerta o simplemente pasar el frío. Hoy hablamos del café, su historia y también algunos de sus secretos; entérate.
La tendencia de degustar un buen café es cada vez más popular y chic. En parte, responde a una industria creciente que elabora este producto y también a las innovadoras formas de servir que clientes y locatarios han encontrado.
Pero no es de sorprender. Desde sus orígenes que el café ha fascinado y conquistado el paladar de muchos en el mundo. En un principio se trató de una especia, un lujo caro que sólo unos cuantos podían disfrutar; hoy en día es muy popular y está alcance de todos.
En la actualidad la industria ha experimentado una gran explosión, producto de su masificación y principalmente al cambio de imagen. El grano dejó de ser la típica taza de café negro humeante y se convirtió en un producto con muchos sabores y formas de combinar. Al mismo tiempo, las cafeterías cada vez más cool fueron esparciéndose a lo largo del mundo.
LAS VARIEDADES DE CAFÉ
Una buena taza de café es sinónimo de energía, de conversación amena entre amigos y, sobre todo de protagonismo en el ambiente laboral, por sus efectos estimulantes. Por esto, siempre encontraremos un café en reuniones de trabajo o en jornadas de estudio extensas.
Como bien sabemos su preparación no es complicada y sólo se requiere combinar las cantidades exactas de granos de café recién tostados y molidos con agua, leche y azúcar.
Hoy en día existen muchas variedades, adecuándose al gusto de cada persona. Si no conoces muchos cafés te contamos sobre los más populares:
Café cortado: se refiere al café expreso con espuma de leche encima
Café moca (mokaccino): 1/3 café expreso, 1/3 de chocolate y 1/3 de leche. ¡Listo!
Capuccino: café expreso con leche espumosa, salpicada con polvo de cacao
Café bombón: café con leche condensada
Café choco: café expreso salpicado con polvo de cacao
Café frappé: cualquiere de las variedades de cafés, ya sea de sabor o el tradicional, pero revuelto con hielo frappé.
EL ENCANTO DEL IRLANDÉS
Las mezclas anteriores parecen, a simple vista, sencillas, por eso la inquietud de algunos llevó a que se mezclaran dos potentes elixires en una sola taza: el café y el alcohol.
Es de conocimiento general que el café y el alcohol poseen una afinidad natural, una razón puede ser que las propiedades estimulantes de la cafeína compensan los efectos depresivos del alcohol, dejándonos alerta y sin inhibiciones, aunque un poco inestables.
Lo cierto es que café y el alcohol han sido socios desde hace mucho tiempo: ya en 1795 se mezclaba con vodka. Según el maestro coctelero Belvedere Claire Smith, en ese año los suecos mezclaban el vodka y el café con esta ecuación: “Pon una moneda en una taza. Vierte el café hasta que ya no puedas ver la moneda. Vierte sobre el vodka hasta que puedas ver la moneda otra vez. Repite el procedimiento hasta que estés viendo doble”.
No obstante, la mejor combinación actual de café y el alcohol es el café irlandés. Cuenta la leyenda que en la década de 1940, un chef del aeropuerto Foynes en Irlanda recibió con café y el whisky a los pasajeros de un vuelo desviado para calmar su estado de ánimo.
La bebida prácticamente siguió su camino a muchas partes del mundo y hoy se sirven al menos dos mil “cafés irlandeses” por día.
¿Un dato curioso? Hay quienes piensan que esta bebida fue la inspiración para que Gilbeys of Ireland comenzase la comercialización, en 1974, de Baileys, bebida basada también en café, crema y whisky irlandés, que es a veces llamada “café irlandés industrializado”.
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