VW México detecta 8 modelos con motor fraudulento
Desde 2009 hasta agosto de 2015, se han vendido aproximadamente 32 mil vehículos en México que podrían estar incluidos en la lista de motores EA189.
Volkswagen de México detectó ocho modelos con motor diésel con tecnología TDI que se venden en México y forman parte del escándalo que enfrenta la automotriz por tratar de evadir la regulación de emisiones contaminantes del país.
La automotriz alemana informó que en México, desde 2009 hasta agosto de 2015, se han vendido aproximadamente 32 mil vehículos que potencialmente podrían estar incluidos en la lista de motores diésel de la serie EA189 sujetos a investigación.
Los vehículos equipados con esos modelos son:
– Transporter 2.0 TDI
– Amarok 2.0 TDI
– Vento 1.5/1.6 TDI
– Jetta Gen. 4 (Clásico) 2.0 TDI
– Audi Q3 2.0 TDI (hasta modelo 2015)
– Audi A4 2.0 TDI
Todos estos vehículos han sido homologados en México de acuerdo a la normatividad mexicana vigente.
“El Grupo Volkswagen se encuentra trabajando prioritariamente para establecer con certeza si en los modelos mencionados se presenta una alteración de los valores de emisiones reportados a las autoridades mexicanas. Una vez que se cuente con esta certeza, Volkswagen de México informará a sus clientes, a las autoridades y al público en general de la necesidad de medidas correctivas y la forma de implementarlas, en coordinación con las autoridades y sin ningún costo para el cliente”, dijo la empresa en un comunicado.
Multas para Volkswagen
Volkswagen puede esperar multas de hasta 18 billones de dólares, que se sumarían a las pérdidas que ya han sufrido en su valor de mercado, de acuerdo con Edmundo Montaño, director general de Carmudi México.
En un comunicado, el ejecutivo señala que esta crisis marcará un precedente ya que las verdaderas consecuencias se verán reflejadas en la industria entera.
“La caída en el precio de las acciones de diversas empresas automotrices durante la semana pasada sugieren una desconfianza general; muchos expertos creen que VW no es la única empresa que ha manipulado datos”, subraya.
El lado positivo, menciona Montaño, es que el daño a la reputación de los motores de diesel y combustión interna fomentará un desarrollo más acelerado del automóvil eléctrico. “Una pista de este cambio se vio reflejado la semana pasada en el incremento en 5% del precio de las acciones de Tesla, fabricador estadounidense de automóviles eléctricos”.
Después de que se descubriera que los datos de emisiones contaminantes publicados por Volkswagen habían sido manipulados, las acciones de la misma se han desplomado cerca de 30%, convirtiendo esta crisis en una las peores en su historia y provocando la pérdida de aproximadamente 15,600 millones de dólares (md), en su valor de mercado.
Otros casos
Sin embargo, Volkswagen no es la única empresa automotriz que ha vivido crisis financieras en los últimos años. Las grandes crisis de la industria comenzaron en el 2000 en Estados Unidos con el caso Ford- Firestone, dónde el uso de llantas defectuosas en el modelo Ford Explorer causó pérdidas de más de 2,100 millones de dólares a Ford, además del cierre de una fábrica y multas por más de 750 millones para Firestone.
Nueve años después, la crisis financiera se extendió a la economía en general y Chrysler se declaró en bancarrota. Ese mismo año, General Motors se vio forzado a declarar la mayor suspensión de pagos en la historia industrial de Estados Unidos. A pesar de una deuda combinada de más de 255 millones de dólares, logró su liquidación por medio de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Para rescatar a este pilar de la manufactura estadounidense, el gobierno americano invirtió un total de 50,000 millones de dólares y se quedó con el 60% de las acciones de la compañía.
En 2010 fue el turno de Toyota cuando realizó una llamada a revisión de muchos de sus modelos por el acelerador. Este proceso costó a la empresa más de 25,000 millones de dólares en Bolsa y multas de 1.2 billones con el departamento de justicia estadounidense.
Finalmente, el año pasado General Motors sufrió otra crisis cuando sus vehículos presentaron problemas de ignición, costando a la empresa 625 millones de dólares en indemnizaciones, 900 millones en multas y el retiro de más de 2.6 millones de automóviles.
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