Suiza, el jugador sin rival en el mundo de la relojería
Su historia de perfección en la maquinaria del tiempo ha seducido por años a los más exquisitos amantes del reloj. Una industria que parece no tener oponentes.
El tema de relojes es apasionante en
todos los sentidos, pero si dejamos a un lado la parte romántica, artesanal y
maravillosa del mundo de los guardatiempos, es necesario decir que esto es un negocio y habría que verlo como tal.
Para ello abordemos uno de los países
con mayor producción a nivel mundial de relojes: Suiza. Es importante mencionar un marco referencial en su historia.
Los relojeros gozan de un indiscutible dominio en los procesos de fabricación, algo que les facilitó exportar sus productos y ganar reconocimiento alrededor del mundo.
Negocio e historia
En 1790 ya se exportaban 60,000
ejemplares de relojes desde Suiza. Hoy, el 95%
de la producción se envía al extranjero, lo que coloca a esta industria
como la tercera actividad con mayor
comercio fuera de dicho país, después de los sectores farmacéutico y mecánico.
Este es un país que confía en los valores tradicionales; pero si hablamos del
ámbito económico, se piensa en sus dimensiones
globales, con ambición y visión
certera de objetivos.
El Valle
de Joux, La Chaux-de-Fonds y Le Locle, en el Jura, es un centro creativo que genera una considerable aportación
a la economía suiza. Uno de los objetivos para 2013 era conseguir una
consolidación, promesa que se cumplió y que permitirá que las exportaciones
sigan creciendo.
En 2013, las exportaciones relojeras
suizas crecieron 2%, alcanzando 20,600 millones de francos. El avance de las
exportaciones se puede atribuir a Europa
y Asia, esta última con un repunte importante. Por su parte, el continente
americano, experimentó un alza bastante uniforme.
Los principales jugadores de la industria
Los principales países de la industria
relojera en términos de volumen son: Hong
Kong, seguido de Estados Unidos
y China (que perdió terreno debido a una marcada desaceleración),
mientras que Alemania e Italia,
cuarto y quinto lugar, han mejorado con respecto a 2012. Por último, Francia en
sexto puesto, registró un aumento significativo, algo poco esperado, en 2013.
Por otro lado, los materiales que
contribuyeron en estas tendencias fueron el acero (4.9%) y otros metales
(15.7%), mientras que los metales
preciosos permanecieron estables (-0.3%). En términos de volumen, las
categorías de otros materiales (-8.4%) y otros metales (-11.7%) debilitaron el
resultado total.
Repunta la producción de relojes caros
Estas cifras van acompañadas de un
análisis para cada segmento de precios. Por ejemplo, los relojes que cuestan
menos de 200 francos (el precio de
exportación) sufrieron una caída de
volumen del 8.5%, al situarse en 18.2 millones de unidades. La categoría de
200 a 500 francos se destacó con
aumentos muy considerables a lo largo del año, tanto en términos de volumen,
con un alza de 14.2%, como en valor, al registrar un incremento de 12.7%. Mientras
que en relojes con un valor por encima
de 500 francos, las variaciones fueron menos marcadas.
El valor
de relojes entre 500 y 3,000 francos cayó ligeramente (-1.4%), mientras los
volúmenes de las ventas permanecieron estables (0.2%).
Finalmente, los
relojes con precio superior a 3,000
francos hicieron una contribución significativa al aumento en valor total,
con un crecimiento del 2.8%.
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