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Estados: Dime qué exportas y te diré quién eres

25-11-2014, 9:29:09 AM Por:
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México es el número 16 en exportaciones en el mundo y el que más productos coloca en América Latina. ¿Pero cuánto valen las exportaciones a nivel estatal?

Los laberintos de asfalto que rodean los rascacielos y edificios más importantes del orbe son transitados por los autos que cruzan las avenidas y los grandes puentes en busca de atajos para llegar pronto a sus destinos. En las aceras, los transeúntes caminan también apresurados para llegar a sus centros de trabajo. Las escenas se repiten todos los días en un marco de sonidos y luces fluorescentes, que complementan el escenario urbano de una de las ciudades con la mejor infraestructura del planeta: Nueva York.

Pero ¿por qué a los habitantes de esa ciudad les gusta ese trajín de vida? La razón: ‘la gran manzana’ resulta ser un fuerte atractivo para los negocios, su gran potencial económico e infraestructura funcionan como el cebo perfecto para atraer toda clase de inversiones y talentos que buscan consagrarse. Esto hace de Nueva York una de las ciudades más poderosas y competitivas del mundo.

En México, la ciudad más competitiva es el Distrito Federal. La capital está rankeada en el lugar 57, de acuerdo con The World’s Most Competitive Cities, reporte elaborado por Site Selection Magazine, en colaboración con IBM Global Business Services, y el cual analiza las 100 ciudades más importantes del mundo. En ese reporte también figuran Monterrey, en el sitio 72, y Querétaro, en la posición 90.

Lo cierto es que ninguna ciudad puede jactarse de ser competitiva, si antes no lo son las entidades federativas de las que forman parte. Estas deben proveer la infraestructura necesaria para que las urbes sean realmente atractivas para la inversión. En este sentido, son las entidades federativas (los estados) las que deben convertirse en polos de desarrollo y tractores de inversionistas foráneos.

Para muestra, un botón: el Distrito Federal destaca como el principal receptor de Inversión Extranjera Directa (IED), pues durante 2013 captó el 62.5% del total recibido por el país. Luego de la ciudad capital, lideran el flujo de inversión entidades como el Estado de México, Puebla, Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Guanajuato. Estos también son los primeros estados en la lista de los más competitivos del país, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Desbalance comercial

Un factor de competitividad de los países y, por ende, de las entidades federativas que los conforman es el comercio exterior; es decir, su capacidad para manufacturar productos de primera calidad para su exportación, ya sean manufacturas nacionales, maquila o materias primas. En este reglón, México ha sostenido un crecimiento de 13% promedio durante los últimos cinco años.

El estudio Alternativas competitivas 2014, elaborado por la consultora KPMG, revela que México es atractivo por su bajo costo de mano de obra y su posición geográfica, pero debe trabajar en agregar más valor a sus cadenas de suministros para no quedarse únicamente con esas ventajas tradicionales y aprovechar aún más los beneficios relacionados con los tratados comerciales que tiene firmados.

Las tareas pendientes se centran en el desarrollo de infraestructura portuaria, carretera y ferroviaria para potenciar la logística y distribución de mercancías dentro del país y hacia otras latitudes. Y aunque mucho se ha hablado sobre la oportunidad de convertir a México en un nodo logístico comercial a nivel global, aún falta desarrollar las herramientas que agreguen valor a la cadena de proveeduría y las cuales podrían revertir el déficit de la balanza comercial que representa hoy el comercio internacional.

En 2013, el déficit comercial fue de 1,184 millones de dólares (mdd) y hasta agosto del presente año registraba 2,352 mdd. Una radiografía rápida de la balanza comercial muestra que las exportaciones mexicanas acumulan 259,750 mdd (hasta agosto de 2014), un 4% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, hacia el cierre del año el balance estimado no parece ser tan positivo.

No todo es Estados Unidos

¿Se puede mejorar la política exportadora de México? La respuesta es: sí. Por eso, “la estrategia del gobierno federal es la de crear escudos y amortiguadores, para así proteger al país de los ciclos económicos generados en el exterior, aunque particularmente de los originados en Estados Unidos, a donde se envía el 80% de las exportaciones mexicanas”, declaró abierta y contundentemente el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, hace unos meses.

Esto, durante la presentación del primer estudio Estadísticas de exportaciones por entidad federativa 2007-2012, presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuyo objetivo no solo es compilar y presentar una estadística oficial al respecto, sino que además esta información se convierta en una herramienta fundamental para reforzar el diseño de la política exportadora de nuestro país.

Se trata de poner sobre la mesa aquellos datos relevantes sobre el valor de las exportaciones de mercancías de las 32 entidades federativas para conocer la participación de cada una de ellas en el intercambio comercial que realiza México con el resto del mundo.

Los resultados expuestos en el estudio mencionado consideran las actividades económicas relacionadas con la extracción de petróleo, minería no petrolera e industrias manufactureras. Tienen una cobertura de 87% del total de las exportaciones de las entidades federativas durante 2007-2012; el resto corresponde al sector agropecuario y a exportaciones que no fue posible asignar por estados.

Estos datos ayudan en los niveles estatal y federal; primero, para tener una radiografía de dónde está la contribución sectorial y territorial de nuestra plataforma exportadora. Y, segundo, para que a partir de esa información se puedan diseñar políticas públicas en diferentes áreas de trabajo.

En reiteradas ocasiones, la Secretaría de Economía ha hecho evidente la importancia de reducir la dependencia económica de México con Estados Unidos. Para lo cual tiene dos estrategias: la primera es profundizar y buscar otros mercados a través de la firma formal que se hizo recientemente de la Alianza Pacífico y dar continuidad a las negociaciones del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) –un tratado de libre comercio entre las economías de la región de Asia-Pacífico–; y la segunda es la estrategia para fortalecer el mercado interno.

“Es un hecho que en los últimos 20 años se ha logrado reducir esa dependencia (con Estados Unidos) al pasar por tantos tratados internacionales, pero la idea es ‘ligarnos’ a regiones como la asiática y latinoamericana”, reitera el funcionario de la SE.

Los estados más dinámicos

En 2013, las exportaciones totales del país ascendieron a 380,200 mdd, registrando un crecimiento de 2.6% con relación al año 2012, lo que denota la importancia que tiene este flujo comercial en la economía nacional y, por consiguiente, en la actividad económica de las entidades federativas.

Del total de las exportaciones mexicanas del año pasado, 368,900 mdd se registraron en los sectores de extracción de petróleo, minería no petrolera e industrias manufactureras; es decir, aproximadamente el 97% del total de las exportaciones del país tiene su origen en estos tres sectores.

Según el estudio Estadísticas de exportaciones por entidad federativa 2007-2012, las cinco entidades que más productos exportan y que, además, concentran el 50% de las exportaciones petroleras, mineras y manufactureras del país son: Chihuahua, Baja California, Coahuila, Campeche y Nuevo León.

En Chihuahua, la exportación más importante es de manufacturas, lo mismo para Baja California, que ocupa el segundo lugar, fundamentalmente por la exportación de equipos de comunicación y cómputo. El tercer lugar lo ocupa Coahuila, con equipo de transporte, seguido por Campeche con exportación petrolera y el quinto sitio es para Nuevo León, con la exportación de productos manufactureros.

Las entidades que menos exportan son Baja California Sur, Nayarit, Quintana Roo, Colima y Guerrero, debido a que  estos estados tienen vocaciones diferentes, como el turismo.

Las estadísticas del informe elaborado por INEGI revela que el valor promedio de las exportaciones de las entidades federativas alcanzó un monto de 262,000 mdd, de los cuales 84% proviene de las industrias manufactureras, 15% de la extracción de petróleo y 1% de la minería no petrolera.

Automotriz, el punto fuerte

El sector automotriz en México es el principal sector exportador de la industria nacional. En 2013, representó el 34.6% del total de las exportaciones, mientras que hasta agosto significaba el 29.6% del total del comercio exterior que genera esta industria.

La fabricación de autos en México es la industria que ha desarrollado e integrado de manera más eficiente todos sus eslabones de manufactura, además de contar con una mano de obra de las más calificadas. De hecho, nuestro país figura entre los principales fabricantes de autos a nivel mundial y ya se le otorga el calificativo del ‘nuevo Detroit’.

No obstante, y haciendo a un lado el sector automotriz, en competitividad y atracción de IED solo 15 estados de la República Mexicana concentran el mayor volumen de exportaciones no petroleras, principalmente los ubicados en el norte y centro del país, entre ellos Chihuahua, Puebla, Coahuila, Estado de México, Jalisco y Guanajuato.

De acuerdo con el IMCO, Chihuahua, Baja California, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco y el Estado de México concentran el 29.5% de la IED total que llega al país y promedian 4.3% del PIB. Centralizan también el mayor desarrollo de infraestructura industrial y urbana, aglutinan el mayor número de negocios, generan los mejores empleos, cuentan con las universidades más reconocidas y, por consecuencia, con los mejores centros de investigación que generan la mejor mano de obra.

No obstante y, pese a que cuentan con un nivel competitivo aceptable, su infraestructura no es suficiente. “Los esfuerzos se deben encaminar hacia la construcción de más puertos, vías férreas, aeropuertos, carreteras y aduanas”, señala Luis Ricardo Rodríguez, socio a cargo del área de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México.

Al respecto, hace unos meses, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que México tiene un déficit de inversión en infraestructura superior a los 60,000 mdd. El gobierno federal, por su parte, anunció que, para lo que resta del sexenio, el Plan Nacional de Infraestructura (PNI) contará con un presupuesto por 7.7 billones de pesos, algo así como el 10% del boquete que menciona el presidente del CCE.

El tema no parece sencillo. Durante 2013 los recursos públicos fluyeron lentamente y el sector de la construcción se vio afectado y observó una caída de 3.6% anual, de acuerdo con cifras del INEGI.

En otras palabras, el año pasado, todo proyecto de construcción programado por el sector público o privado simplemente se detuvo o ni siquiera inició.

El Ejecutivo federal continúa apostando a la reforma energética como su carta fuerte, la cual se espera detone inversiones en infraestructura. Claro que las estimaciones para que esto pueda comenzar a suceder son de tres o cuatro años más.

De aplicar en tiempo dichos recursos, nuevamente estos se concentrarían en unas cuantas entidades, como lo prueba el anuncio de la construcción de cinco gasoductos en el norte del país, con una inversión pública de 2,250 mdd, en los estados de Sonora, Chihuahua y Durango, y que tendrán conexión con los estados fronterizos de Texas y Arizona.

Lo anterior resulta relevante cuando observamos que existe una diferencia abismal entre los estados del norte y sur del país en materia de desarrollo de infraestructura y competitividad. Para Viridiana Ríos, directora del programa México ¿cómo vamos?, las entidades del sureste continúan en vías de desarrollo porque no se les ha invertido.

La actual administración buscará dirigir parte de los recursos del PNI hacia esa región con el Plan Sur-Sureste, al que destinará el 45% del total del presupuesto anunciado, y estará dirigido a los estados de Chiapas, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Veracruz.

No obstante, las inversiones en esas entidades tienen etiqueta y serán destinadas al sector energético para financiar proyectos de Pemex por 1.9 billones de pesos y de la CFE que recibirá 114,915 mdp. Aunque el objetivo es elevar la competitividad de los estados, es evidente que los principales recursos serán destinados a ese sector, dejando de lado el resto de la región que, de acuerdo con el IMCO, es la menos favorecida del país.

Lo cierto es que, a pesar de los esfuerzos por atraer IED y elevar la competitividad del país para impulsar y diversificar las exportaciones, los resultados continúan siendo insuficientes para generar una balanza comercial positiva.

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