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Aprende a reclamar y mejora tus relaciones públicas

06-03-2014, 5:16:34 PM Por:
Aprende a reclamar y mejora tus relaciones públicas fifu

Las relaciones interpersonales siempre tendrán altibajos, pero, ¿cómo confrontas los conflictos antes de caer en el resentimiento? ¡Deja de guardar silencio!

Las relaciones interpersonales, tanto en el entorno laboral como en el personal, se sostienen en una base de confianza y compromiso. La creación, fortaleza, debilidad y pérdida de un vínculo, dependerá de nuestra habilidad para respetar los acuerdos que nos unen con los demás y de nuestra capacidad para sobrellevar de manera efectiva los conflictos y/o diferencias.

En mi experiencia como coach, he visto surgir muchos conflictos a partir de que se rompen algunas promesas; se generan expectativas distintas entre ambas partes y no se emiten los reclamos necesarios para solucionarlos.

Aunque parece fácil, hacer un reclamo puede llegar a ser muy complicado.

Es por eso que muchas personas optan por guardar silencio – lo que genera un estado de resentimiento o resignación – o bien, por quejarse y recriminar constantemente. Cuando recriminamos, culpamos al otro, lo acusamos y juzgamos, pero no estamos resolviendo nada. Lo único que logramos es generar desconfianza y que la otra persona actúe a la defensiva.

Ya sea que decidamos callar o recriminar,  es posible que nos estemos contando diversas historias para justificarnos o para evadir la conversación del reclamo. Por ejemplo:

•    “Muestro que soy débil y vulnerable”
•    “Me van a rechazar”
•    “Voy a molestar”
•    “¿Quién soy yo para pedirle esto a…?”
•    “Me van a decir que no”
•    “Seguramente no soy importante para la otra persona”
•    “Soy víctima de una injusticia”

Ahora reflexiona y encuentra tus propias respuestas: Cuando alguien no cumple con un acuerdo o no lleva a cabo lo que le pediste… ¿Qué pensamientos vienen a tu mente? ¿Qué te impide hablar y ser claro para expresarle tu inconformidad? ¿Qué tantas expectativas tienes en los demás? ¿Cómo se ve impactada la relación? ¿Qué posibilidades se cierran a partir de tus quejas y resentimientos?

Cuándo reclamamos nos hacemos cargo del conflicto, estamos abiertos a escuchar las razones del otro y a generar nuevos acuerdos que nos regresen a un estado sano y transparente en la relación. El reclamo sirve para cerrar conversaciones pendientes y abrir nuevas posibilidades para que las cosas sean mejores en un futuro y brinda la oportunidad de reparar los daños. Nada bueno surge cuando estamos resentidos, resignados o quejándonos.

Rafael Echeverria, autor del libro Ontología del Lenguaje, propone una estructura interesante para hacer un reclamo.

A continuación un ejercicio que puede ayudarte a diseñar el tuyo y descubrir cómo cambian tus relaciones:

1.    Tengo que hacerte un reclamo
2.    Tú me prometiste o habíamos acordado__________________________________
3.    No cumpliste con lo prometido
4.    Me vi afectado de la siguiente manera:__________________________________________
5.    Eres responsable de dichos perjuicios
6.    Como forma de asumir tu responsabilidad, te pido que____________________________
7.    Nuestro aprendizaje para futuras ocasiones es__________________________________

Haz tus peticiones con la mayor claridad posible, no asumiendo que la otra persona está conforme con lo que expresas. Verifica que ambos entienden lo mismo. Cuida también que el reclamo se lleve a cabo con la persona indicada, en un buen momento (cuando los ánimos de ambas partes lo permitan) y de forma respetuosa.

Es posible que durante la conversación, te des cuenta de que la otra persona tenía otra idea y/o expectativas sobre el acuerdo  y en dado caso se trataría de un malentendido, por lo tanto el reclamo pierde validez.

Otra posibilidad es que la persona acepte que no cumplió con el acuerdo pero no esté dispuesto a llevar a cabo lo que le pides y comprometerse de nuevo contigo. En cualquiera de los casos, lo importante es que tú te hiciste cargo de la situación y a partir de ahí puedes tomar mejores decisiones.

Ante una diferencia o conflicto, es necesario estar consciente de que tanto los demás como nosotros podemos fallar, decepcionar e incumplir y que no necesariamente lo hacemos con la intención de dañar a la otra persona.

Sin darnos cuenta, en ocasiones actuamos desde nuestras precariedades e incompetencias. En nuestras manos esta tomar acción al respecto, enfrentarlo de una manera sana y constructiva para evitar caer en resentimientos o quejas improductivas; salvar nuestras relaciones y si aún así no es posible mantener la relación, aprender a perdonar y dejar ir.

¿Aclaras tus inconformidades para llevar una vida con claridad? ¿Cuál es tu técnica para resolver y no hacer más grandes los conflictos?

autor Coach ontológico e instructora en temas de desarrollo humano y empresarial.
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