Buscador
Ver revista digital
Management

Guía para impuntuales y sus víctimas

09-12-2013, 7:32:40 AM Por:
© Depositphotos

Este mal muy de los mexicanos es un problema que, según los expertos, tiene una tipología y para cada perfil hay un remedio. ¿Qué tipo de impuntual eres?

Cinco, diez, quince, veinte, treinta, cualquiera que sea el número de minutos que te retrasen, significa impuntualidad. Muchos aseguran que es parte de la “cultura laboral del mexicano” – puedes leer la nota “¿Cuáles son los malos hábitos laborales del mexicano?”– para otros es distracción o algún mal para llamar la atención. Sin embargo, siempre nos encargamos de ver las excusas y no las causas.

De acuerdo con Soledad Blardone, este mal tan irritante para aquellos que no lo padecen, tiene una explicación mucho más elaborada. Según la médica psiquiatra y psicoanalista, Elsa Wolfberg, el impuntual puede serlo por alguno de estos motivos:

Tipos de impuntuales

El de baja autoestima

Este tipo de personas creen que no pueden aportar algo de valor a la actividad que van a realizar o que no son de importancia, por ello piensan que el llegar tarde les acortará su tiempo de estancia o que no será tomado en cuenta.

El olvidado

Bien dicen que la venganza no es buena pero que sabe muy bien. A esta persona se le trató de la misma manera que él trata. Cree que porque los demás lo trataron (o lo tratarán) a destiempo, quiere decir que él también puede hacerlo. Es un resultado de acción-reacción.

El que lo puede todo

A esta persona le encanta tener miles de compromisos en su agenda, sin embargo, rara vez puede cumplirlos. Es una persona que le encanta quedar bien con todo mundo y cree que el día puede llegar a ser de 48 horas. El resultado: con todos queda mal.

El ambivalente

Es aquél que no le da mucha importancia ni a la persona con la que se tiene que encontrar ni a la actividad que va a realizar. Cree que puede evadir lo que va a hacer si no llega o si llega tarde.

El sobrevalorado

Es aquél con gran autoestima que cree que las personas deben respetar su tiempo y espacio. Sin embargo, él no respeta el tiempo y espacio de los demás. Estas personas piensan que hacerse esperar los vuelve aún más importantes.

El distraído

Suele enfrascarse o apasionarse en la tarea o actividad que realiza de tal forma, que pierde la noción del tiempo. Estas personas suelen ser muy distraídas en su entorno.

El rebelde

Cree que el tiempo es una regla por romper. Esta persona no cree en formalismos y piensa que las reglas se hicieron para romperse. Es una forma de expresar que está más allá de las pautas consensuadas.

El mudo

Esta persona suele llegar al trabajo tarde porque no está conforme con lo que hace, sin embargo, tampoco tiene un canal de expresión para poder externarlo. Son personas introvertidas que rara vez opinan sobre sus situación.

Cada uno de ellos habla de una personalidad específica, pero estas personas suelen seguir un patrón: dejan las cosas al último, no tienen control de sus acciones, son impulsivas y tienden a distraerse por cualquier cosa.

Cómo enfrentar a un impuntual

Si bien es cierto que el problema es de “uno”, también existe el
afectado: el que siempre espera. Para ello, traemos una guía que puede servirte cualquiera que
sea tu caso.

Cuando afecta al trabajo. Si se trata de enfrentar a un impuntual en el trabajo tienes que hablar de frente y con claridad. Hay que recordarle que la puntualidad es parte de ser un profesionista y que la empresa también tiene reglas para ello. Analiza qué puede estar afectando su entorno y platícalo con él. No se trata de imponer o ser demasiado flexible, se trata de llegar a un acuerdo. Si se le dificulta llegar tarde, asegúrate que se vaya después, este puede ser un gran acuerdo para forzarlo a que lleguen puntuales. Puedes leer “Combate el estrés de tus empleados y recupera la productividad”.

Recuerda que cuando de trabajo se trata, las reglas se aplican para todos y si tienes elementos que llegan tarde y se retiran a su misma hora, como líder estarás permitiendo que los demás hagan lo mismo, o que el ánimo en general se desequilibre, generando un mal ambiente laboral. Esto implica un respeto a las reglas, pero también el respeto al tiempo y al trabajo de los demás.

Cuando de amor se trata. Si es tu pareja, es tiempo de hablar. Una estrategia para obligar a la otra persona a llegar temprano es ponerle un tiemplo límite. Sabemos que a nadie le gusta esperar, pero las reglas de urbanidad aseguran que se puede esperar entre 10 y 15 minutos. Si pasa este tiempo y aún no llega, lo que puedes hacer es adelantarte a hacer la actividad que tenían planeado hacer juntos. Si estás en el cine, adelántate a ver la cartelera y comprar los boletos o métete a la sala si la película ya empezó. Si estás en el teatro, igual. El punto es que vea que no lo esperarás y que debe ser puntual la próxima ocasión. Puedes leer “¿Cómo vive un soltero mexicano exitoso?”.

Cuando es amistad. No hay nada peor que llegar y que ya se hayan ido. Así que no dudes en hacerlo cuando la persona a quien esperas ya lleva más de 15 minutos de retraso. Él o ella deben valorar tu tiempo y espacio, así como tú lo haces.

Cómo dejar de ser impuntual

Los expertos aseguran que sí hay cura para este mal y que como todo padecimiento lleva tiempo y dedicación. Te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte.

• Acepta el problema. Debes empezar por aceptar que tienes un problema y que debes tratarlo, si crees que es culpa del metro, de la señora que pasó frente a ti, de tu familia por no despertarte o por otra razón más extraña, no podrás avanzar.

• Adelanta tu reloj. Si lo haces tú, no vale. Dile a una persona en casa que adelante los relojes cuando tú no estés y que lo haga por el tiempo que ella quiera, esto te ayudará a no saber cuánto tiempo tienes de “colchón” para poder llegar tarde.

• Coloca un reloj en cada habitación. Esto es como obligar al subconsciente a hacerlo, te presionarás al ver la hora a cada momento y podría ayudarte a corregir tu impuntualidad. Por cierto, debes cuidar que todos los relojes tengan la misma hora.

• Esfuérzate para lograrlo. Ponte metas objetivas y realízalas cuando debas cumplirlas. Por ejemplo, si sabes que ya sonó el despertador, ¡levántate! Si sabes que ya debes de salir y aún no estás listo, ¡sal de tu casa! Debes de empezar a presionarte.  Este puede ser tu momento heróico del día.

• Pon varias alarmas. Si la primera no te despierta, asegúrate que las demás no te dejen dormir bien, esto te ayudará, si no a levantarte, a que estés más despierto para las siguientes alarmas, pronto te empezarás a acostumbrar.

• Haz el compromiso de llegar 15 minutos antes. Te costará poder lograrlo, pero como dicen: todo es cuestión de práctica.

• Post its. Pega recordatorios en la oficina o en tu casa, esto te ayudará a recordarlo y a distribuir más tu tiempo.

• Trata a los demás, como te gustaría ser tratado. ¿Alguna vez te han hecho esperar? Bueno, entonces no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan.

¿Cuál es tu clave para llegar puntual? ¿Conoces algunos métodos para hacerlo?

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
Comentarios