Maestros de la CNTE toman al DF. ¿Qué quieren?

Transitar el martes por el centro de la capital mexicana fue imposible. El cierre de avenida Insurgentes, desde la altura de Chapultepec y hasta San Cosme, y los carriles centrales de Paseo de la Reforma, desde Bucareli hasta la glorieta del Ángel de la Independencia, resultó en un caos vial en la zona que desquició por horas a miles de automovilistas y pasajeros de transporte público, como el Metrobús.

La anarquía vial registró una dimensión de un radio de cinco kilómetros, por lo menos; afectó a los comercios aledaños y complicó la salida de los no pocos trabajadores de las oficinas ubicadas en esta zona.

¿La razón? Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto, promulgada en febrero pasado.

Como una continuación a las protestas que desde hace semanas realiza este gremio magisterial, y que en los días pasados se intensificaron en la capital del país, los profesores llevaron sus consignas y su repudio a las modificaciones educativas hacia la sede del Senado de la República –ubicada en Reforma e Insurgentes–.

Pero en esta ocasión los miles de maestros de la CNTE no perdieron la cordura –como el lunes pasado en la Cámara de Diputados, donde. causaron destrozos y dejaron un saldo de 20 policías federales heridos–, en cambio, los miles de afectados por esta manifestación vio trastocada su rutina diaria y su horario de regreso a casa.

Pero esto no es todo, pues la Coordinadora ya advirtió que mantendrá sus protestas y el paro de labores al menos hasta el próximo 15 de septiembre: hasta el 26 de este mes se movilizará contra la Reforma Educativa; del 28 de agosto y hasta el 1 de septiembre lo hará en defensa de los energéticos y contra la Reforma Fiscal; y en su último tramo, del 12 al 15, realizará jornadas de lucha contra las reformas estructurales y por lo que llama el “rescate de la Nación”.

Así que habrá que tomar precauciones para evitar sinsabores viales en las próximas semanas.

¿Pero a que se oponen los maestros de la CNTE? En esencia a la Reforma Educativa que se aprobó en el segundo mes del año y que pretende –al menos en el papel– reconfigurar la calidad de la educación en el país y devolverle al Estado las riendas de este rubro tomadas por los sindicatos.

Sin embargo, las modificaciones constitucionales no fueron del agrado del gremio magisterial, el cual asegura que éstas afectan el atentan contra los derechos laborales de los trabajadores, además de que no beneficia a alumnos ni padres de familia, sino que sólo acelera la privatización de la educación.

Asimismo, destaca que la aprobación tácita del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) –cuya dirigente histórica, Elba Esther Gordillo Morales, se encuentra hoy presa por malversación de fondos– no representa el apoyo total de los maestros, y advierte que será esta agrupación la que de nueva cuenta sea la más beneficiada con la reforma.

Sin embargo, para los legisladores, la actuación –es decir, el paro laboral– de la CNTE es injustificada y quebranta la ley, lo que permite a las autoridades tomar las medidas y sanciones que considere pertinentes. Algo que hasta el momento no ha sucedido.

También explican que las inquietudes y propuestas de esta agrupación magisterial ya se encuentran incluidas en las leyes secundarias de dicha reforma –que se contemplaban discutir hoy en la sesión del periodo extraordinario–, pero que aun así hay grupos que pretenden mantener sus “privilegios y canonjías” –no someterse a evaluación magisterial y heredar plazas, entre otros–.

En este sentido, y dado el temor del gremio porque se autoricen dichas leyes secundarias, el senador priísta Manlio Fabio Beltrones ya anunció que éstas no se analizarán ni votarán en este periodo extraordinario de sesiones (que inicia este miércoles), por lo que invitó a la Coordinadora y sus miembros a regresar a las aulas y continuar con la responsabilidad que tienen de educar a los jóvenes del país.

No obstante, se descarta que el conflicto con el gremio –y las afectaciones que esto conlleva– concluya pronto, pues como se mencionó líneas arriba, las marchas y el descontento magisterial tiene al menos el festejo patrio como fecha de caducidad.

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