¿Qué tendencia dejó la E3 a la industria del videojuego?
Con el término de la E3 2013 comienza la etapa de reflexión en torno al sector interactivo, y éstas son algunas de las preferencias de los usuarios en el consumo de videojuegos.
La Electronic Entertaimen Expo (E3) 2013 llegó a su fin. Durante una semana la ciudad californiana de Los Angeles fue “invadida” por miles de gamers y periodistas de diversas partes del mundo para presenciar, en medio de enormes pantallas y largas filas, lo más novedoso en el llamado sector interactivo.
Si bien las videoconsolas de Microsoft y Sony –Xbox One y PlayStation 4, respectivamente– se adueñaron de esta edición del evento, se realizaron diversas presentaciones, lanzamientos, demos y muchas más actividades en la agenda, que al final del día permiten esbozar un mapa de la dirección que podría tomar la industria del videojuego.
“Yo comencé a jugar jueguitos como New Super Mario Bros con mi novio. Ahora estoy ahorrando para comprar The Last of Us, porque es como jugar una película”, nos comentó Hitomi Huematsu, asistente al evento, en los pasillos de E3.
Y su comentario, como otros más escuchados a lo largo de la expo, plantea la posibilidad de que los videojuegos sean anzuelo para jugadores casuales para que más tarde se “gradúen” con juegos de mayor contenido y clasificación. Todo indica que ésta es la estrategia del sector.
Datos frescos de la Entertainment Software Association dejan ver la edad no es precisamente un freno en el consumo de los videojuegos, sino lo contrario, ya que los rangos de edad representan prácticamente la misma oportunidad de negocio: el 36% de los consumidores de estos productos tiene más de 18 años, el 32% oscila entre los 18 y 35, mientras que un creciente 36% aún no alcanza la mayoría de edad.
Además, el 54% de los jugadores son varones, mientras que el 46% mujeres, las cuales tuvieron un importante incremento del 3% con respecto al año pasado.
Otro detalle interesante es que, contrario a lo que sucede en México –con una creciente cantidad de gente jugando en sus dispositivos móviles– la preferencia por los juegos en plataformas caseras resultó muy evidente, tras las opiniones de júbilo o desdén hacia las próximas Xbox One y PS4.
Papás gamers, curiosa paradoja
Fueron cientos de juegos los que se mostraron durante el E3, ya fuera en video teaser, demo jugable o demostración por miembros de staff. Y ante las reacciones tras los anuncios de lo que ofrecerán Microsoft y Sony, esto fue lo que pudimos notar.
Por un lado, juegos como Project Spark, Skylanders Swap Force y Disney Infinity son muestra de que los desarrolladores notan la tendencia de los consumidores a comprar títulos que pongan a prueba su creatividad y trabajo en equipo, y no solo su estupenda puntería.
En contraste, el hecho es que las largas filas y animosos comentarios sobre títulos como The Enemy Within, Mad Max, Call of Duty Ghost y Metal Gear Solid V demuestran que, si bien la cantidad de jugadores casuales está a la alza, es un hecho que el grueso del consumo en la industria del videojuego sigue siendo protagonizado por el “hardcore gamer“.
No obstante –y es una curiosa paradoja– son los mismos jugadores “de hueso colorado” quienes en su gran mayoría son padres, libres del tabú de la generación anterior, quien castigaba a sus pequeños al grito de “jugar videojuegos no te deja nada”.
Los progenitores modernos se sienten orgullosos de que sus hijos tengan inclinación por los juegos, y lo recompensan comprándoles cuanto aparato estimule su hobbie.
Y no piensen que son gente inconsciente, pues estudios demuestran que el 88% de los padres hace caso al cuadro de clasificación de la ESRB antes de comprar cualquier juego.
Cabe recordar el Consumer Trends Hombres 2013 elaborado por De la Riva Group, el cual destaca que los videojuegos se han convertido en un puente entre padre e hijo, pues todavía juega y disfruta hacerlo con su descendencia.
Tal es el vínculo que genera esta actividad que 6 de cada 10 papás prefieren castigar a sus hijos sin dejarlos salir antes que quitarles la consola de videojuegos –sólo el 8% los castiga sin jugar–. Es decir, los hombres no están dispuestos a suspender una actividad que los une con sus hijos, y al mismo tiempo es uno de sus hobbies.
Para saber más:
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