Los 7 errores más comunes de las empresas familiares
Los problemas de las empresas familiares tienen su origen en 7 puntos y Mario Rizo, socio de Salles Sainz Grant Thornton, explica cómo evitarlos.
En México
las empresas familiares son cosechadoras de grande éxitos a nivel
internacional, pero también de fracasos a nivel local. El 90% de las empresas
en el país son familiares, sólo dos de cada seis empresas familiares sobreviven
a la primera generación y sólo una sobrevive a la tercera.
Entre los
problemas más recurrentes para estas empresas están la falta de
institucionalización, conflicto de intereses, organigramas poco claros y
descontrol, asegura Mario Rizo, socio de Salles Sainz Grant Thornton y autor
del libro de negocios El Sucesor.
Los
conflictos anteriores suelen tener su origen en 7 errores en estos negocios,
donde los gastos de operación y administrativos representan un monto menor, ya
que los miembros de la familia asumen los cargos y a veces se vuelven
multifuncionales.
El experto
nos explica cada uno de los errores que cometen los fundadores:
Puestos y sueldos
El fundador suele dar a sus
descendientes puestos necesarios o no, con sueldos elevadísimos que inciden en
los gastos y crean verdaderos problemas financieros. Con el tiempo, si no se
toman medidas drásticas, la empresa se vuelve una olla de presión que explota y
pierde los atributos que la habían llevado a ser un negocio rentable y en
crecimiento.
Clientes con privilegios
Los clientes gozan de ciertos
privilegios en cuanto a descuentos
especiales o adicionales. Para ellos, las políticas para el otorgamiento de
crédito son mucho más flexibles, con condiciones preferenciales según las
circunstancias y aun cuando no cumplan con las condiciones pactadas
originalmente, gozan de dichos
privilegios.
Crecimiento depende del fundador
El crecimiento y la transcendencia de
la empresa generalmente dependen de la capacidad del fundador o el líder del
grupo familiar. Por ejemplo, si es extremadamente conservador, el negocio
crecerá poco a poco, será una empresa sólida financieramente hablando, aunque
la participación en el mercado permanezca estacionaria o disminuya con el
transcurso de los años. En cambio, si es visionario y acepta un mayor nivel del
riesgo, el negocio se desarrollará rápido, pero la factibilidad de fracaso a
corto plazo se incrementará.
Concentración de decisiones
Los mejores puestos generalmente
están en manos de los miembros de la familia. Así, quedan rezagados los demás
empleados en las decisiones de alto
nivel. Además, tienen pocas posibilidades de ocupar algún puesto importante.
Esto limita el campo de acción del negocio y por lo tanto el personal que
cuenta con un perfil alto prefiere no hacer carrera en la empresa familiar por
la falta de oportunidades, crecimiento y motivación.
Paternalismo por parte del fundador
Debido a la cercanía y contacto
frecuente con sus empleados, el fundador se convierte en una especie de padre
adoptivo, quien tiende a sentirse con la obligación de resolver los problemas
de su personal y opinar de cualquier
tema aun cuando no sea estrictamente laboral.
Dependencia excesiva con el fundador
Si por alguna circunstancia falta el fundador del grupo familiar, la empresa sufre un gran revés y en muchas
ocasiones desaparece.
No se institucionaliza
Cuando el fundador tiene la visión y
quiere que su empresa trascienda a nuevas generaciones, tendrá que decidir su
institucionalización, dejando el negocio en manos de un equipo de ejecutivos
altamente capacitados y elegidos por un Consejo de Administración.
Hay que
tener presente que los retos de la cabeza de una Empresa Familiar son diversos,
pero el más importante es el que define una visión compartida que le permite
unificar, de la mejor manera posible, la perspectiva de la familia con la
empresa y con los integrantes del equipo directivo.
*El autor es socio de Grant Thornton International Business Report (IBR), que da una idea de las opiniones y expectativas de más de 12.500 empresas en 44 economías. www.internationalbusinessreport.com
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