¿Debe la autoridad aplazar el apagón analógico en Tijuana?
Pese a la penetración del 93% de la transición digital en la población tijuanense, hoy el debate no gira en torno a ello, sino sobre los intereses que le rodean.
El apagón llegó y con él las pantallas negras se apoderaron de millones de televisores, algo que nunca ocurrió en más de seis décadas. La audiencia se molestó, protestó hasta tuvo situaciones de pánico al desconocer lo que estaba sucediendo.
Pero esto no ocurrió el pasado 28 de mayo en Tijuana, sino en junio de 2009 en Estados Unidos. A mediados de ese año, la Comisión Federal de Comunicación (FCC) de EU decidió dar el primer paso a la transición digital, con la base de que la gran mayoría de los estadounidenses ya tenían televisores digitales y conocían perfectamente las ventajas de esta medida –la imagen es más clara y tiene más definición, así como el audio–.
Un año antes de bajar el switch, la FCC realizó una intensa campaña para explicar los requisitos y beneficios de la nueva tecnología, apoyada por la distribución de más de 59 millones de cupones de 40 dólares para que la gente con televisores de antena pudiera comprar el decodificador para recibir la señal digital.
Incluso los canales de televisión, el gobierno y hasta las tiendas de electrónica, fueron participes de dicha campaña.
Sin embargo, poco más de 2 millones y medio de personas vivieron el cambio de tecnología traumáticamente en el primer día –gran parte de las quejas posteriores fueron de gente que tenía los conversores, pero que necesitaba ayuda para instalarlos–. No obstante, se siguió el camino hacia la era digital.
En México, la historia es básicamente la misma: desde el gobierno anterior, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), las autoridades emprendieron el reto de llevar a cabo la transición de la televisión analógica hacia la digital, el cual realizó su primer paso en Tijuana.
¿Los resultados? El apagón se realizó exitosamente en el aspecto técnico. No obstante, poco más de 14,000 hogares tijuanenses se quedaron con la pantalla en negro y una parte decidió expresar su molestia en frente del Ayuntamiento y otra optó por buscar un amparo contra la medida.
Así las cosas, ayer la SCT, encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, emitió un oficio dirigido a la Cofetel, sugiriéndole que suspenda temporal esta transición hasta que pasara la jornada electoral en el estado, polémica a la que se sumó después el Instituto Federal Electoral (IFE) al respaldar dicha petición.
La respuesta de Mony de Swaan, titular del organismo regulador, fue inmediata: se revisará, pero es decisión de este instituto si se sigue o se detiene el apagón analógico.
¿Optará por detener el apagón analógico o seguirá en marcha con el mismo, como lo han hecho países como Estados Unidos, Finlandia, Suecia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Noruega, España, Israel y Francia, entre otros?
La respuesta podría no tardar. Se espera que este mismo viernes el pleno de la Cofetel sesione y tome una decisión.
¿Y las televisoras?
La renuencia a la competencia de los grandes grupos televisivos del país no es un secreto, como tampoco lo son las diversas estrategias políticas y/o mediáticas que han realizado para impedir que las reformas a las leyes trastoquen sus intereses. Y la transición digital no es la excepción, según la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI).
La organización alertó que los bloqueos y la petición para diferir el apagón analógico en Tijuana forman parte de “maniobras de las empresas mediáticas” que se oponen a esta medida.
“Es conocida la resistencia de las principales televisoras para la transición a la televisión digital terrestre porque ello las obliga a devolver los canales espejo y se comienza en nuestro país una innovación indispensable para empezar a generar las condiciones para una mayor competencia en la televisión, en la medida que la digitalización permitirá que entren nuevos actores”, señaló la AMEDI a través de un comunicado.
En este sentido, destacó que la oposición de Televisa y de TV Azteca, mediante amparos y diferentes estrategias, “obedece a la defensa de sus intereses para evitar la competencia, por lo que han desatado una campaña mediática” en contra de la Cofetel, “magnificando las protestas de algunos ciudadanos y las declaraciones del presidente municipal de Tijuana”.
“Sería inaceptable que el gobierno federal cediera al chantaje mediático de las televisoras”, advirtió la AMEDI.
Así, califica como “sorprendente” que el Comité de Radio y Televisión del IFE, integrado por los consejeros Lorenzo Córdova, Benito Nacif y Marco Antonio Baños, haya solicitado que el apagón analógico se posponga.
Esta mañana, en entrevista con Carmen Aristegui en MVS, la presidenta de la AMEDI, Aleida Calleja, reiteró estos señalamientos y subrayó que una medida como la transición hacia la televisión digital no se detiene porque una parte de la población se quedó sin señal, situación que ocurre en cualquier programa piloto y en cualquier parte del mundo, sino que se debe seguir adelante y brindar atención especial ese grupo para que se integre lo más rápido posible.
Por su parte, Lorenzo Córdova, en representación del IFE, respondió en el mismo espacio radiofónico que la decisión del instituto electoral no obedece a ningún interés particular ni de gobierno, sino a sus intereses para garantizar la mejor actividad democrática del país.
El debate sigue en el aire. ¿Tú qué opinas? ¿Debe postergarse o no?
Para saber más:
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