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La era dorada del gas y sus “aportaciones” al cambio climático

19-03-2013, 8:22:01 PM Por:
La era dorada del gas y sus “aportaciones” al cambio climático fifu

El CH4, principal componente del gas es 72 veces más contaminante que el CO2 y el 'shale gas' pone en riesgo los depósitos subterráneos de agua potable.

El gas natural y el “shale gas” se erigen como alternativas energéticas al carbón y, en menor medida, al petróleo debido a que su abundancia reduciriá su precio. Sin embargo, el proceso de explotación del gas es muy pernicioso para el medio ambiente,  ya que además de poner en riesgo las reservas de agua potable, puede llegar a contaminar hasta 72 veces más que el CO2, lo que incrementa su impacto en el cambio climático.  

La Agencia
Internacional de la Energía
(AIE),
en conjunto con decenas de expertos de empresas públicas y privadas elaboró un
reporte especial sobre el impacto del gas en la economía que hace hincapié en
los escenarios a futuro y toma en cuenta la irrupción del ‘
shale gas’ en el mix
energético
global.

En 2013, la energía que utilizamos procede en su mayor parte
del carbón, cuya combustión emite una serie de gases con efecto invernadero (GEI),
como el CO2, que son nocivos para la
salud humana y el medio ambiente en general.  Sin embargo, los pronósticos de la AIE indican
que en 2030 el uso del gas superará al
del carbón y afirman que, en 2035, un 25% del consumo energético mundial provendrá del gas. Cabe señalar que el
80% del incremento en el consumo de ese recurso se generará en países emergentes

Un recurso abundante

Según la AIE, el gas
natural
es un recurso abundante en “todas” las regiones del mundo, lo que
garantiza el consumo para los próximos 75 años en cada una de ellas por
separado a la tasa actual de demanda. 
Además, los yacimientos descubiertos a la fecha son suficientes para abastecer
el consumo mundial actual (5.1 billones de metros cúbicos por año) durante 250 años.

Sin embargo, el acelerado crecimiento en China,
así como el de Medio Oriente y la India incrementarán de forma sensible
la demanda. Sólo en India, ésta se
multiplicará por cuatro en los próximos 25 años, la de Medio Oriente se duplicará e igualará a la de China que, a su vez, será equivalente a la de toda Europa.  

Aún así, los países no parecen temer una escasez de gas. Cálculos recientes indican que las reservas de “gas no convencional”, entre ellos el “shale gas” ya equivalen al 60% del total de las reservas de gas natural. Y, a pesar de que Estados Unidos, Australia y la India ya explotan sus yacimientos de shale, este recurso se
encuentra en una fase incipiente de explotación. En México se está estudiando su viabilidad, pero expertos señalan que
las reservas mexicanas pueden ser las cuartas más grandes del mundo.

La consultora IHS prevé que la abundancia de gas conduzca a una caída de
su precio y conduzca a una sustitución de fuentes de
energía más caras, como la nuclear. La tendencia de la industria indica que el precio del gas convergerá en todo el mundo, lo que abaratará los precios actuales en regiones como América del Norte -México incluido-, que se convertirá en una de las principales productoras.  

72 veces más contaminante que el CO2

Tener amplias reservas y precios bajos son dos poderosas
razones para explotar el gas, pero su combustión,
su producción y su transporte emiten
una gran cantidad de GEI, al igual que otros combustibles fósiles como el petróleo
o el carbón. En el caso del gas natural, su componente principal es el
metano CH4, que es 72 veces más contaminante que el CO2, según el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) y las fugas de
gas son una de las principales fuentes de contaminación del su proceso de
explotación.

Además, el “shale gas” es aún más contaminante que el gas
natural y requiere abundantes cantidades de agua para su proceso de explotación. Una de las principales
preocupaciones de los expertos consiste en que la “fractura hidráulica” de la
roca, que es una técnica que utiliza la industria para extraer y permitir el
flujo del gas, requiere de una enorme cantidad de agua y, además, pone en
riesgo los depósitos subterráneos de
agua potable
, que pueden ser contaminados e infectados por el flujo de “shale gas”.  

Aún así, expertos del sector automotriz, transporte y construcción, entre
otros, opinan que debido al bajo precio del gas las industrias incrementarán su uso, lo que multiplicará las emisiones
de CO2
y contribuirá a elevar en 3.5 grados centígrados la temperatura promedio del planeta, lo que acarreará efectos negativos para la flora, la fauna, los seres humanos, la atmósfera y
las reservas de agua potable.

En general, el gas es considerado por la AIE como “el combustible
fósil más limpio”, pero contamina más que la energía nuclear y mucho más que
las fuentes renovables y verdes, como la energía eólica, solar, geotérmica, hidráulica, así como la procedente de biocombustibles.

¿Crees que la
explotación del ‘shale gas’ debe ser discutida en un foro abierto en el que
participe Pemex, la Secretaría de Energía, el Ejecutivo, empresas, organizaciones de la
sociedad civil y comunidades locales donde se encuentran estos yacimientos?

Para saber más:

Blog. Ágora púrpura. México y el ‘shale gas’

El plástico del futuro y el ‘shale gas’

Empresas contra el cambio climático

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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