Guía foodie: maridaje de cerveza y productos del mar
Los pescados y mariscos se llevan muy bien con la cerveza, pero hay combinaciones que funcionan mejor que otras. Te decimos cómo maridarlos.
Cae el atardecer y te encuentras tumbado sobre la playa. Tienes una cerveza helada en la mano y sobre tus piernas reposa un
plato con camarones para pelar y ya te imaginas el ceviche que comerás más
tarde. No podría haber un momento mejor como recompensa del ajetreo ejecutivo
que has experimentado en los últimos meses, pero esta postal podría ser mejor con el correcto maridaje de
cerveza y productos del mar.
Como sucede con los vinos, las cervezas se
llevan mejor con algunos platillos que con otros, dependiendo de la amargura,
acidez y notas de ambos. Aquí te decimos cómo sacar el mejor provecho de estos dos
deliciosos productos.
Existen dos grupos de pescados: los blancos y los
azules. Los blancos, como el huachinango o el lenguado, tienen un sabor más
sutil que podría ser neutralizado por la efervescencia y sabor fuerte de la
cerveza.
Por el contrario, los pescados azules como las sardinas, los boquerones,
el bonito o el atún tienen un mayor contenido graso y un sabor más fuerte, por
lo que la cerveza ayuda para limpiar y refrescar el paladar. Éstos pescados
son los que se pueden servir ahumados (como el salmón) y se llevan bien con las
cervecitas tipo Ale o Pilsen, que tienen un sabor amargo muy marcado. Las cervezas
demasiado oscuras, por el contrario, podrían neutralizar los sabores del platillo.
De igual manera, la cerveza puede realzar el sabor
de pescados crudos como el salmón y al atún. Por esto, una variedad clara acompaña
muy bien a los carpaccios, el sushi o el sashimi (en este último caso,
recomendamos una marca japonesa como Sapporo o Asahi, que también ayudan a
contrarrestar lo salado de la soya y el picor del wasabi).
Los
pescados y mariscos fritos (pensemos en un clásico como Fish and Chips) se llevan muy bien con la cerveza, ya que el
alcohol corta la sensación que la grasa deja en el paladar.
En cuanto a los mariscos, como tienen un sabor y
aroma muy fuertes se llevan bien con la cerveza clara, ya que ésta tiene un efecto astringente en
el paladar, pero sin matar el sabor de platillo. Los mariscos en escabeche como
los mejillones o los ostiones se llevan muy bien con la cerveza debido al
contenido ácido que contienen y que el alcohol neutraliza. Lo mismo sucede con
el ceviche (¿ya probaste la variedad peruana?), que es pescado curtido en limón.
Para un día caluroso a la orilla del mar, no hay combinación más fresca que una
cerveza clara y un ceviche con tostadas o galletas saladas.
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